

Las dos dimisiones de Aguirre
Esperanza Aguirre, bailarina de chotis, se aplica el cuento de su doctrina y deja la presidencia del PP madrileño (un fiestón, oiga) para ver desde la barrera el sexto toro de la era Rajoy. El gentío está que silba, y no precisamente pasodobles. Mejor dejarse la honra en la enfermería, pensó, que las tripas sobre el albero. Esta mujer de pedernal churrigueresco (¿Lo qué?) nació para las mayorías, y presidir un partido regional desde la oposición orgánica y parlamentaria no imprime carácter sino unas ganas de dejarlo que a lo mejor voy y lo dejo, oye. Mientras media España le regalaba rosas a la otra media, ella se sacó del atril (ay, ese atril) una colección de espinas de esas que nos dejan mirando al pinchazo, no a la rama. Es de las que huelen la sangre dialéctica hasta en cuajarón, y con lo fácil que lo está poniendo Carmena no dejará el escaño. Seguir leyendo →
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